Síndrome de la Abeja Reina: autodestrucción de género.
- Cami Manzur
- 22 ago 2018
- 2 Min. de lectura

La “abeja reina” quiere evitar la competencia de directivas jóvenes y prefiere mantener su estatus de exclusiva en su género.
El síndrome de la Abeja Reina, hemos escuchado tantas veces eso, pero ¿Todos sabemos qué es?... Por pura formalidad se define como un patrón de comportamiento social que resulta dañino para el género femenino... Pero en español, se puede definir como la envidia y competitividad entre mujeres.
Esta vez lo voy a contar en tres grandes puntos para que nos quede más claro, para que sepamos distinguir si estamos cerca de una persona de este tipo o si, inconscientemente, nosotras mismas hemos llegado a ser una abeja reina.
1. A las abejas reinas les encanta competir contra hombres para ratificar su auto concepto del éxito.
¡Qué equivocadas estamos muchas veces! El competir contra hombres solo nos demuestra lo machistas que podemos ser entre nosotras mismas. Sentirse bien por ser “mejor que un hombre” en cualquier situación no nos hace ni peor ni mejor mujer ¡Paren ya eso!

2. La abeja reina quiere evitar la competencia de directivas jóvenes y prefiere mantener su estatus de exclusiva en su género.
Ser la única mujer de éxito le favorece, la pone en ventaja, y lucha por mantener esta situación, básicamente es el foco de su enorme satisfacción. Trata de mantenerse como la única a como de lugar, no le importa si va a apagar la luz de otra mujer, solo quiere ser ella la única que brille.

3. la actitud se basa en las dificultades que han tenido que pasar para llegar a esa posición.
Si hay algo que la abeja reina no soporta, es que otras mujeres tengan más fácil algo que a ellas les costó. Con esto nos vamos a la old school, piensan que porque ellas “sufrieron” para llegar adonde se encuentran, las nuevas generaciones tienen que pasar por lo mismo y peor. Es básicamente la actitud del veterano en el ejército que se opone a que un recluta lo tenga más fácil que lo tuvo él.

No caigamos en un pensamiento destructivo con nuestro mismo género. Al final como mujeres nos tenemos que unir y apoyarnos en lo que esté a nuestro alcance, no apaguemos la luz de las nuevas generaciones ¡Todas podemos brillar juntas!
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